Es implacable e inevitable que nuestro mundo cambie. Estos cambios pueden complacernos, asustarnos, inspirarnos y sorprendernos. Pero seguirán sucediendo sin importar nuestra reacción. Porque el cambio es como los elementos: es decir, no está sujeto a la voluntad humana.
Tomemos los libros, por ejemplo. El más temprana El libro impreso completo se publicó en 868. Desde entonces, han pasado más de mil años, pero la esencia y el propósito de los libros no han cambiado.
El famoso poeta y novelista argentino Jorge Luis Borges fue convencido que “los libros nunca desaparecerán. Es imposible que esto suceda. De todas las diversas herramientas del hombre, sin duda las más asombrosas son sus libros”. Pero, ¿es cierta esta afirmación ahora en la era del metaverso, las realidades digitales y la inteligencia artificial? Intentemos averiguarlo.
De lo digital a lo digital
El cambio ya se está produciendo con los libros. Según una encuesta de Pew Research realizada en 2021, los libros impresos siguen siendo el formato de lectura más popular, con aproximadamente 65% de adultos eligiéndolos. Sin embargo, los investigadores han observado que el patrón de consumo de libros está empezando a cambiar. Alrededor del 81% de las personas dijeron que leen un libro en cualquier formato y el nivel de interacción con los libros electrónicos está aumentando lenta pero constantemente.
Libros del futuro y su valor
Al final, la tecnología digital no mata a los libros. Al contrario, sólo los hace más accesibles.
Los estudiantes auditivos podrán escuchar libros y los kinestésicos podrán sentirlos. El texto digital en su conjunto nos permite comprender y asimilar la información mejor que nunca. Entonces, si bien los libros no desaparecerán, inevitablemente cambiarán y reflejarán la era actual. Con el tiempo, creo que se volverán más visuales y comprensibles, lo que permitirá una inmersión más profunda en los mundos y brindará a los lectores nuevas formas de experimentar las historias.
